Las zonas verdes y los jardines de los hogares proporcionan múltiples beneficios medioambientales, estéticos y de bienestar en general. Sin embargo, su diseño, gestión y mantenimiento, puede en ocasiones generar impactos ambientales negativos que son importantes minimizar con unos sencillos consejos. Guardar La selección del espacio a decorar, la contratación del servicio de jardinería, la compra del instrumental y equipamiento o incluso la adquisición de las especies a plantar son decisiones clave en las que, integrando aspectos ambientales, podemos lograr una gestión más eficiente de los recursos naturales para disfrutar de una jardinería más sostenible.A continuación, se detallan algunos de los principales aspectos ambientales que recoge la sociedad pública Ihobe en su publicación “Manual práctico de compra y contratación pública verde”, dirigido a plasmar de forma sencilla cuáles son los aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar una compra de una forma ambientalmente responsable cuando vamos a crear un jardín.El orden, también en el jardín¿Has pensado alguna vez en cómo colocar en el jardín las plantas que acabas de adquirir? La ubicación de las plantas de acuerdo con sus necesidades hídricas o, agrupar plantas de especies complementarias en la lucha contra las plagas, son elementos a tener en cuenta. El orden en la colocación de las especies nos permitirá gestionar de una forma más sencilla la zona verde reduciendo el consumo de agua y los productos biocidas.Asimismo, recomendamos limitar el uso de la flor de temporada a zonas muy concretas por sus elevados requerimientos hídricos y de fertilización y por el coste que supone su mantenimiento. Como alternativa, se pueden usar plantas vivaces con flor y bulbáceas, que no requieren sustitución.Qué plantas comprarA la hora de adquirir nuevas plantas, es recomendable optar por plantas de especies autóctonas y plantas de flor vivaz. Además de la especie, debemos fijarnos también en otros criterios directamente ligados a los métodos y procesos de cultivo.Para ello, decántate por la compra en viveros o empresas que hayan integrado medidas ambientales en su trabajo y, si está en tus manos, solicita que las plantas sean suministradas en contenedores compostables de origen vegetal o en macetas y bandejas de plástico retornables.Adiós a las especies invasorasLas especies invasoras constituyen en la actualidad una de las principales causas directas de la pérdida de la biodiversidad y pueden producir daños ambientales importante. Por ello, es muy importante utilizar plantas que no sean invasoras para las composiciones florales.Te recomendamos adquirir especies no incluidas en los listados de especies invasoras catalogadas en la Diagnosis de Flora Alóctona Invasora de la CAPV, especialmente en el caso de las catalogadas en las categorías A (especies transformadoras) y B (especies naturalizadas invasoras). A la hora de seleccionar las especies alternativas, se pueden consultar los listados especializados o preguntar a las suministradoras de plantas.El uso de fertilizantesCon el objetivo de respetar el entorno natural, es importante tratar de reducir el uso de fertilizantes químicos a áreas específicas, por ejemplo, en aquellas que tengan flor de temporada o condiciones especiales.Para el resto de áreas, se recomienda mejorar la calidad física y química del suelo con la aportación de compost anual o bianualmente. También se puede emplear enmiendas de suelo ricas en compost y fertilizantes orgánicos y, preferiblemente, que sean libres de turba y dispongan de ecoetiqueta.A la hora de adquirir nuevas plantas, es recomendable optar por plantas de especies autóctonas y plantas de flor vivazEn definitiva, se trata de racionalizar el uso de productos químicos y usar aquellos ambientalmente mejores, sobre todo fertilizantes, biocidas y aceites y grasas lubricantes; estos últimos en maquinaria y vehículos. La selección de plantas autóctonas más resistentes, la reducción de las podas y la adaptación de otras medidas preventivas también pueden ayudarte a reducir el uso de estos productos.La maquinaria, fuente de contaminantesA la hora de adquirir maquinaria para el cuidado de tu jardín, resulta interesante optar por escoger aquellos equipamientos con menor emisión de ruido y gases, así como un menor consumo de combustibles, fijándote siempre en el certificado de aprobación de la máquina, conocido como “CE-type approval certificate”, o en si tienen ecoetiqueta.En las aplicaciones abiertas (motores a dos tiempos, hidráulicos, de cadena, grasas), es mejor el uso de aceites y grasas lubricantes de origen vegetal con elevada biodegradabilidad, potencialmente no bioacumulativos y con baja toxicidad, certificable con las ecoetiquetas.El agua, un recurso natural muy valioso¿Cada cuánto hay que regar?, ¿qué agua hay que utilizar? La lluvia es suficiente para mantener la vegetación viva, además ésta tiene la capacidad de adaptarse a las condiciones de cada estación. En la medida de lo posible hay que aceptar esos ciclos naturales y reducir el riego a las zonas que realmente lo necesitan, como es el caso de las zonas con especies no adaptadas o planta de temporada.El orden en la colocación de las especies permitirá gestionar de una forma más sencilla el jardín reduciendo el consumo de agua y de productos biocidas.El uso de agua de la red para el riego supone un consumo elevado de recursos, tanto por el agua como por aquellos recursos usados en los procesos de potabilización. Hay que partir del principio de que la vegetación no necesita una calidad de agua potable, con lo que el agua de red tiene una calidad excesiva si se utiliza sólo para regar.Para intentar reducir el consumo de agua, se tiene que hacer una evaluación de las necesidades de riego y definir qué zonas pueden no regarse o regarse con menor frecuencia, además de estudiar la posibilidad de utilizar otras fuentes de agua para el riego. Donde sea necesario un riego continuo, se recomienda instalar sistemas de riego que sean eficientes, con control automatizado mediante programadores.¿Y qué hacemos con los residuos?Para llevar a cabo una gestión correcta de los residuos generados en la actividad de jardinería es necesario que la recogida se haga de forma selectiva. En el caso de los residuos no peligrosos y asimilables a urbanos se depositarán en los contenedores correspondientes, mientras que los residuos peligrosos (aceites, envases de productos fitosanitarios, etc.) se entregarán a gestores autorizados para su tratamiento.No obstante, es importante minimizar la generación de residuos a través de la compra de productos en envases de gran capacidad, el uso de envases y embalajes retornables y reduciendo al máximo las podas estructurales.Para conocer todas las claves sobre cómo diseñar jardines sostenibles se puede consultar el Manual para el diseño de jardines y zonas verdes sostenibles editado por la red municipal Udalsarea21. Anterior Siguiente
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