La disminución de las poblaciones de artrópodos observada en las últimas décadas como consecuencia, entre otros factores, del cambio climático supone una amenaza para el correcto funcionamiento de los ecosistemas. Hay que tener en cuenta que los artrópodos beneficiosos desempeñan un papel importante en el éxito ecológico y económico de los ecosistemas, ya que proporcionan una gran cantidad de servicios ecosistémicos. Los polinizadores polinizan en torno al 80% de las plantas con flores y la mayoría de los principales cultivos destinados a la alimentación humana. A su vez, los depredadores y parasitoides actúan como enemigos naturales de múltiples plagas, ayudando al control biológico de las mismas. Guardar Ante este escenario, Ihobe –Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco–, en el marco de la convocatoria Klimatek para la realización de proyectos I+D, Innovación y demostración en adaptación al cambio climático, ha publicado el informe “Medidas de adaptación al cambio climático de artrópodos beneficiosos en agroecosistemas”, elaborado por NEIKER, en colaboración con BC3. El objetivo del trabajo es la identificación de medidas de adaptación al cambio climático para los artrópodos beneficiosos presentes en los agroecosistemas, de cara a fomentar su resiliencia y favorecer un mejor estado de conservación en este tipo de hábitats. Además, el informe pone el foco en los artrópodos polinizadores y fauna auxiliar de viñedos y hábitats pascícolas, es decir, los que resultan de la interacción de las personas con la naturaleza como consecuencia de su actividad agraria. El informe, a través de la revisión bibliográfica realizada, identifica medidas para un amplio abanico de agroecosistemas y presenta, asimismo, medidas específicas aplicables en viñedos y hábitats pascícolas. Ocho medidas de adaptación al cambio climático para artrópodos beneficiosos En el caso de los agroecosistemas propone como primera medida el monitoreo y seguimiento de los artrópodos, el grupo de animales más diverso y desconocido del planeta. Así, antes de implantar medidas que puedan favorecer su adaptación al cambio climático o a presiones no climáticas, es necesario conocer la abundancia y diversidad de sus poblaciones, así como sus tendencias espacio-temporales y qué factores influyen negativa y positivamente en las mismas. La segunda medida identificada es la conservación de hábitats, que comprende iniciativas de conservación, restauración o mantenimiento de los hábitats naturales o seminaturales presentes o próximos a los entornos agrícolas. Teniendo en cuenta que la existencia de agroecosistemas implica la alteración de los hábitats naturales, el tercer bloque de medidas incluye las relacionadas con la creación de hábitats adecuados para los polinizadores y la fauna auxiliar en los propios cultivos mediante elementos de infraestructura verde como setos o bandas florales que promuevan la presencia de refugios y recursos durante diferentes épocas del año. El cuarto bloque, fomento de la conectividad de hábitats, incluye medidas como la creación de corredores que puedan mantener los cultivos conectados entre sí y con manchas o elementos de vegetación natural, de forma que se facilite la movilidad y la búsqueda de refugio por parte de los artrópodos. El aumento de la diversidad paisajística es la quinta medida propuesta. Comprende la toma de decisiones dirigidas a incrementar la heterogeneidad de los paisajes agrícolas mediante el incremento de tipos funcionales de cultivos, la disminución del tamaño de las parcelas y el mantenimiento de parches de hábitats seminaturales o naturales asociados a los cultivos. Las medidas incluidas en el sexto bloque, uso de prácticas agrícolas sostenibles, están relacionadas con las buenas prácticas agrícolas, como la reducción de la roturación del suelo, la reducción del uso de pesticidas o la implantación del manejo ecológico frente al convencional para ayudar a proteger a los polinizadores y a la fauna auxiliar de los impactos negativos de la agricultura intensiva. El séptimo bloque corresponde a medidas relacionadas con el control de especies exóticas invasoras, que comprende, entre otras, el seguimiento y control de éstas en entornos agrícolas para atenuar la competencia con los artrópodos nativos. Finalmente, el trabajo identifica medidas para informar e implicar tanto a las personas agricultoras como a la ciudadanía a través de la sensibilización y la divulgación científica, promoviendo la protección y conservación de estos importantes artrópodos en el paisaje agrario. Medidas aplicables en Euskadi para el fomento de los artrópodos beneficiosos A partir de la revisión bibliográfica realizada y del trabajo de campo llevado a cabo en paralelo en el paisaje agrario vasco el informe presenta medidas que pretenden favorecer a los polinizadores y a la fauna auxiliar en su conjunto. En el caso de los viñedos se propone el monitoreo de los distintos grupos de polinizadores y fauna auxiliar, la elaboración de bases de datos, el estudio de qué plantas nativas resultan de mayor interés para los polinizadores en las calles de los viñedos, la gestión del paisaje vitícola o la plantación de setos. Asimismo, se plantea la presencia de recursos para la nidificación de artrópodos, la conexión de las parcelas de viñedo, impulso de prácticas de manejo ecológico, utilización de productos fitosanitarios selectivos, disminución de la frecuencia de siega y roturación del suelo, y el desarrollo de campañas de sensibilización para profesionales del sector, entre otras medidas. Para los hábitats pascícolas recoge el monitoreo de los distintos grupos de polinizadores y fauna auxiliar, la elaboración de bases de datos, el estudio de qué plantas nativas resultan de mayor interés para los polinizadores, la gestión del paisaje y la conservación del hábitat natural de los artrópodos especialistas. También se proponen medidas como las bandas florales y setos de plantas nativas a lo largo de los bordes de los prados, el enriquecimiento de la vegetación del interior de los hábitats pascícolas mediante la siembra de mezcla de diferentes tipos de semillas autóctonas y la creación de conexiones entre los hábitats a través de la presencia de matorrales y de la cercanía entre los prados y los pastos. Este informe se enmarca en la iniciativa Klimatek I+B+G: “Proyectos I+D, Innovación y Demostración en Adaptación al Cambio Climático en Euskadi” , que gestiona Ihobe con el fin de promover la realización de proyectos que contribuyan a asegurar la resiliencia del territorio vasco al cambio climático. Anterior Siguiente
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